Hola, Soy Deborah Valença, soy fotógrafa, hija de arquitectos, madre de dos hijos, soy peruano-brasilera, y vivo en Lima. Para mí la fotografía debe reflejar mi forma de ver la vida: vibrante, feliz y divertida. Creo que lo importante en la vida es hacer lo que deseas y ser fiel a ello. Por eso fotografía con mucho placer, entregada a mi trabajo y utilizando toda mi experiencia para lograr imágenes increíbles. Mi trabajo es mi pasión. Vivo para la fotografía: La vivo. Me emociono. Yo río. Hago fotos. Me apasiona captar momentos únicos e irrepetibles de las parejas que se adoran, que son seguras de sí mismas, que no tienen miedo de experimentar el retrato de sus emociones. La vida no está hecha sólo de fotografías posadas donde todos salimos lindos. Yo quiero que al ver tus fotografías de boda, recuerdas todos esos momentos felices que viviste pero que no pudiste "ver" porque justamente los estabas VIVIENDO: El encuentro con tu mejor amiga El “si” emocionado durante la ceremonia La explosión de felicidad en el momento pico de la fiesta y en el momento que toca esa canción que tanto significa para ustedes El abrazo intenso de tu padre La mirada de tu hijo. Y para eso no hay poses. Esta es mi propuesta de trabajo: No estar preocupada en registrar todo minuto a minuto. Me interesa estar atenta a los grandes momentos, esos sin poses que tanto habrás amado vivir. Todo ocurrirá de maravilla, no lo muchachos. Y por supuesto, tendremos muchas fotografías que valdrán la pena ver y volver a ver por siempre. ¿Por qué fotografía? Mi apreciación por las artes comenzó en la infancia viendo y escuchando a mis padres arquitectos conversar sobre proyectos. ¡Creo que de ahí mi obsesión con la composición y las líneas rectas! Y la fotografía surgió de repente un día cuando vi, de casualidad, la película Blow-Up (1966) de Michelangelo Antonioni. El personaje principal revelaba de una forma artesanal una fotografía. Cuando apareció mágicamente impresa en el papel fotográfico me enamoré al instante. Luego, cual paparazzi, pasó a perseguir a mi abuela (con la que viví por 5 años en Brasil), por toda la casa intentando fotografiarla en momentos, digamos, inesperados para ella. Ella era muy graciosa y yo quería conseguir uno de esos momentos graciosos en una foto. Ella era una mujer elegante pero le gustaba hacer cosas que ella no encontraba elegante. ¡Y yo quería la evidencia en una foto! Ella lo sabía y huía de mí, pero al final me dejó fotografiarla. Fue ella, mi amada vovó, (abuela en portugués), quien me pagó mi primer curso de fotografía y me compró mi primera cámara, mi
Sagrada Olympus OM-1. Es por eso además que llevo su apellido: Valença - para jamás olvidarme de todo esto. El día de tu boda yo será esa chica buscando esos momentos verdaderos, inesperados y divertidos. Me sentiría honrada en ser yo a quien confiarás la tarea de registrar tu primer beso de casada, los primeros retratos de tu álbum familiar, tu sonrisa de felicidad.
Con cariño,
Débora Valença